lunes, 21 de julio de 2014


La Moderna Naval acude a la Naval Azteca

Año 10, No.111, Enero-Febrero 2008


        

         El alto costo del transporte de los barcos mercantes en nuestra época actual, ha obligado a los navieros de los principales países del mundo, a acudir a la tecnología Náhuatl, en el uso de las velas giratorias que le dio a nuestros antiguos mexicanos el poder sobre los océanos para llevar su cultura y su  fuerza guerrera a todas partes de la tierra, al grado de llamarlo desde la época atlante: el Poseidón, el Dios de los mares, los hombres del mar.

Los elevados precios del petróleo, actualmente, no permiten que el transporte de la mercancía por barco sea económica, sino por el contrario, es incosteable, pese al enorme tonelaje que puede transportar estos actuales barcos de carga.

Estas contradicciones mega económicas, hacen cada vez menos rentable transportar mercancía por barco, pues cuyo costo de traslado sobrepasa su valor. La aparente rapidez y seguridad de itinerarios se ve empantanada por conflictos y recesión de sistemas centralistas que se vuelven caros, inoperantes e inseguros.

Actualmente, en Hamburgo, Alemania, construyen un carguero moderno de 17 mil toneladas con velas y motor auxiliar. Sus velas a acero inoxidable se despliegan y orientan automáticamente a través de computadoras. Usa poca tripulación y alcanza una velocidad de 14 a 16 nudos, y se a comprobado que el motor diesel es más lento.

Barco impulsado por Vela, cortesía de SkySails
Para una mejor comprensión debemos recordar que un nudo equivale a una milla marítima, la cual significa un kilómetro 852 metros; entonces 16 nudos son más de 29,632 metros por hora.
En Japón, la empresa Aitoki-Nippon, construyó su primer barco con velas para transportar petróleo. Esta nave tiene un peso de mil 600 toneladas, viaja sobre rutas flexibles y es mucho más económico su transportación.



Asimismo, se están realizado estudios para un barco denominado hidro ala, es un barco con una ala para el agua. Van sumergidas según la velocidad que hace que el casco se levante y son mas pequeñas que las de un avión. Este diseño, posiblemente, este inspirado en los barcos incas, los cuales contaban con una quilla apoyada por dos alas a los costados que le permitía tener mayor velocidad en alta mar.

El navegante Cristóbal Colón, en sus apuntes e informes, dijo que en uno de sus viajes por el mar Caribe, cuando se dirigía de Cuba hacia Centro América, se encontró con un barco Maya, tan grande como las carabelas que conducía, pero esas naves tenía velas giratorias que permitían maniobrar con mayor rapidez la embarcación.
Barco de Velas

El almirante genovés, de inmediato ordenó izar las banderas y desplegar las velas que tenían la insignia de la cruz gamada color rojo escarlata o cruz simétrica, para indicar a los navegantes mexicanos que contaban con los permisos oficiales legales para incursionar por aguas mexicanas.

Para mejor comprensión colocamos unas fotografías de estos modernos navíos, algunos de ellos con velas giratorias de acero sumamente delgado, y de qué manera es colocada las alas para que el barco tenga una mayor velocidad, al igual que los antiguos barcos mexicanos e Incas.
Embarcación con Velas Giratorias


Existen pocos datos acerca de la naval que manejaron nuestros antiguos mexicanos, sin embargo, hay pequeños datos históricos que nos dan a comprender la magnitud de aquella naval del Magno Imperio Azteca, a pesar, de que el invasor europeo trató de borrar la memoria histórica de nuestra gran nación.
Desde antes de la Era y después de ella, hasta el año mil 500, el Magno Imperio Azteca tuvo tratados internacionales con los países de Europa, África y Asia,  relacionados con el comercio, diplomáticos y de limítrofes y soberanía de aguas marítimas, como hoy existen en el mundo.


En el libro «Historia de una América Antigua», el autor dice que cuando los portugueses en la época de Enrique el Navegante se lanzaron a la aventura de llegar al continente de Anáhuac o América, para llevar los fines de invasión, sus barcos tenían que llevar velas y banderas con la cruz roja de aspas o simétrica. Y su tripulación debería llevar pasaporte y cartas de sus respectivos gobiernos para demostrar que su viaje era legal y por tener permiso de navegar sobre las aguas mexicanas.

miércoles, 9 de julio de 2014



EL MARAVILLOSO MUNDO AZTECA

Año 9, No.94, Enero-Febrero 2005


Cuando incursionamos por la senda de la historia de México, nos encontramos el mundo maravilloso del Magno Imperio Azteca, ese gran universo de la riqueza mexicana, de ese pasaje histórico que nos obliga a formularnos un sinnúmero de preguntas, al igual, como ha ocurrido con un varios escritores e investigadores de renombre mundial, quienes han conocido ese bello pasaje de nuestros antiguos mexicanos.

Entre la gran variedad de comentarios históricos relacionados al Magno Imperio Azteca surgen las preguntas al ver pequeños datos que contradicen el texto y que difícilmente encontramos una respuesta lógica, como fue lo relacionado a su tecnología y ciencia. En este caso, sus vestuarios, obras y economía.

En estelas de piedra, así como libros o códices, se puede apreciar los diversos trajes de lujo o sencillos que usaron nuestros antiguos mexicanos, modelos que posteriormente fueron puestos de moda en diferentes sociedades del mundo; en nuestra revista número 69 del año 2001, en páginas interiores, exhibimos un traje europeo del siglo XVI, después de la invasión a México que es idéntico a un traje Maya.

Hoy, en este presente número, continuando con esta investigación histórica, presentamos tres cuadros de una colección de 20 dibujos realizados en tablillas de madera, del pintor mexicano Miguel González, dibujadas en el año 1698, en los cuales, presenta tres escenas históricas de principios de la invasión europea al Magno Imperio Azteca.

En el primer cuadro, denominado «comida ofrecida por Hernán Cortés a los embajadores del Señor Moctezuma», en esta pintura, bastante significativa, se aprecia al capitán europeo en un ameno coloquio o charla con los embajadores mexicanos, en tanto sirvientes europeos sirven la mesa. Alrededor de ellos se encuentran guerreros de diversos bandos.
Comida ofrecida por Hernán Cortés a los embajadores del Señor Moctezuma

En este mismo cuadro, el pintor deja entrever la diplomática presentación de los embajadores Aztecas, así como su elegante vestuario, rematado con una fina capa y del buen arreglo de sus cabelleras y barba, cabellera adornada por una diadema a manera de corona; pero lo más significativo de este cuadro, es la no presencia de intérpretes.

En el segundo cuadro, denominado «El Señor Moctezuma y su pueblo», el pintor remarca el aprecio y respeto que el pueblo tenía hacia su príncipe o emperador, asimismo podemos ver los elegantes vestuarios de la gente común, de nuestros antiguos mexicanos, en los cuales, resalta el uso común de la bota ajustada, de las vistosas capas con delicados estampados
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Entre la gente se aprecian diferentes adornos en sus cabezas, que van desde las anchas diademas con varios picos, hasta gorros altos de diversos colores, pero no dibujó ningún penacho, ni a ninguna persona vestida con un simple taparrabo o semidesnudo, como los dibujos de hoy que tanto caracterizan, supuestamente, a nuestros antiguos mexicanos.

En su tercera pintura, Miguel González, escenifica «la visita de los europeos al Palacio Imperial del Señor Moctezuma», podemos ver, al fondo, sobre la pared una serie de pinturas en donde están, en cuerpo entero, los anteriores emperadores de México, a la derecha del cuadro, está colocadas dos sillas de madera fina y acojinadas, en lo alto un escudo con un águila real con las alas extendidas y de frente, con gesto imperial.

El Señor Moctezuma y su Pueblo
En la pintura se aprecia la manifestación de asombro que reflejan varios de los europeos ante la majestuosidad y lujo del edificio imperial, durante su ascenso por una de las escaleras de la recia construcción. Asimismo se puede apreciar el elegante vestuario mexicano y la cordialidad y respeto de ambos grupos.




Estas significativas pinturas, nos recuerdan un pasaje histórico escrito por Bernal Díaz del Castillo, en donde dice que cuando entraron a la ciudad de México Tenochtitlan, estaba el Señor Moctezuma esperándolos, acompañados de sus intérpretes.

Entre otras maravillas y contradicciones de nuestro México y resaltada por los europeos, fue durante su viaje por la calzada de Iztapalapa, en donde, Hernán Cortés y sus consejeros, admirados ante la recia construcción de dicha avenida, calcularon, que de acuerdo a la tecnología europea, esta obra de 9 kilómetros de longitud, 7 metros de ancho y 5 metros de altura, se llevaría cuatro millones de días hombre para realizarla.

Es decir que los Aztecas para construir las cinco principales calzadas de la Gran Ciudad de México Tenochtitlan, tuvieron que realizarla en 25 millones de días hombre, lo cual significaría un tiempo de más de 5 mil años, aproximadamente.


Esto es totalmente contradictorio, pues según nuestra historia oficial, la ciudad de México fue construida supuestamente en 300 años antes de la invasión europea. Entonces, esto significaría que nuestros antiguos mexicanos contaban con una alta tecnología que les permitió realizar las calzadas en un breve tiempo, así como sus maravillosos palacios y templos. 

Si gustas conocer mas sobre el tema puedes ponerte en contacto con la CASA EDITORIAL GEFAO